Miradas incómodas
Por Yurima CSC, Paulina Jiménez y Mercedes FCV
Estudiantes de Artes Plásticas UDLAP
2 de septiembre de 2010
Estudiantes de Artes Plásticas UDLAP
2 de septiembre de 2010
“No hay sombra de obra maestra sin el destello de la perfección. Se llama <<obra maestra>> estrictamente hablando, a <<todo lo perfecto dentro de su género>>. Blablablabla de <<géneros>> en que puede ejercerse la actividad humana, existen obras maestras de todo tipo: obras maestras de diplomacia, de inteligencia, blablablabla, de inepcia. Blablablablabla lato, nada impide que una obra maestra sea efímera, pues un logro extraordinario puede no tener futuro, y lo mismo sucede con un magnífico fracaso. Blablabla cuando la noción de obra maestra se restringe para aplicarse a las artes, en seguida vemos cómo blablablablabla, e incluso, casi faltamente, la de eternidad o intemporalidad. Sin embargo, como se ha vuelto difícil creer en la perennidad de las cosas humanas, blablablablabla (sobre todo esta idea) parece un vacilante. Hace tiempo que se tambalea la fe en el valor intemporal de las blablablablabla. Una desafortunada paradoja pretende que la idea de eternidad, blablablabla maestras, esté lejos de ser eterna.
Sin embargo, blablablablablabla preguntarse por la noción de obra maestra. Lo cierto es que dicha noción no remite solamente, si cabe explicarlo así, a la impresión de que se ha alcanzado la perfección y a una inmortalidad súbitamente blablablabla, sino que también implica la idea de que blablablablablabla a un nivel excepcional, que la obra así calificada no tiene igual. Fenómenos históricos, condicionalmente sociales, motivos individuales blablablablabla en un momento dado, y luego a otras, la oportunidad de acceder a una blablabla fuera de lo común[1].
Yurima CSC, Paulina Jimenez y Mercedes FCV
Septiembre 2010
[1] Galard, J. (2002). Una Cuestión Capital para la Estética. En G. P. Gijón, ¿Qué es una obra maestra? (p. 7-8). Barcelona: Editorial Crítica.
Sin embargo, blablablablablabla preguntarse por la noción de obra maestra. Lo cierto es que dicha noción no remite solamente, si cabe explicarlo así, a la impresión de que se ha alcanzado la perfección y a una inmortalidad súbitamente blablablabla, sino que también implica la idea de que blablablablablabla a un nivel excepcional, que la obra así calificada no tiene igual. Fenómenos históricos, condicionalmente sociales, motivos individuales blablablablabla en un momento dado, y luego a otras, la oportunidad de acceder a una blablabla fuera de lo común[1].
Yurima CSC, Paulina Jimenez y Mercedes FCV
Septiembre 2010
[1] Galard, J. (2002). Una Cuestión Capital para la Estética. En G. P. Gijón, ¿Qué es una obra maestra? (p. 7-8). Barcelona: Editorial Crítica.